La depresión es una enfermedad que afecta al cuerpo y a la mente,
provocando problemas en todas las áreas de la vida: trabajo, familia, etc.
En tus manos está buscar la solución.
En tus manos está buscar la solución.
¿Sabías que nuestras emociones, están provocadas o mantenidas por nuestros
pensamientos?
Imagina la siguiente situación:
Uno de tus hijos, hermanos o mejor amigo, se va a vivir a otro país.
En una cena de despedida, la persona que se va y otras personas muy cercanas a ella, están muy contentas.
Muchas la felicitan y comparten bromas con ella.
Tú te sientes triste o deprimido y crees que se debe a que tu cariño hacia esa persona, es mayor que el de los demás y que por eso eres la persona a la que más le duele su partida.
¿Pero será esto cierto?
Posiblemente hay otras personas que sienten el mismo cariño, pero que piensan de manera diferente a ti.
Tú estás pensando en la pérdida y en el dolor de que dicha pérdida provoca.
Las personas que están contentas, piensan en todas las oportunidades que la persona va a tener y en la felicidad que ella siente.
¿Eres egoísta o una mala persona por pensar como lo haces?
No, simplemente has aprendido a ver o a darle importancia, sólo a una parte de la realidad.
Te estás enfocando en lo negativo y no ves o le das poco valor a lo positivo.
Es el resultado de lo que te enseñaron y de las conclusiones que sacaste de lo que has vivido.
Todos tenemos momentos en los que sólo vemos lo negativo.
Pero si no eres depresivo y no te enfocas constantemente en tus pensamientos negativos, no hay problema.
Puedes tener algunos momentos de tristeza y muchos momentos en que disfrutes las cosas positivas de tu vida diaria y de las grandes alegrías que la vida nos da.
El problema es cuando los pensamientos negativos, se convierten en el centro de tu vida, prolongando indefinidamente la tristeza o convirtiéndola en depresión.
Uno de tus hijos, hermanos o mejor amigo, se va a vivir a otro país.
En una cena de despedida, la persona que se va y otras personas muy cercanas a ella, están muy contentas.
Muchas la felicitan y comparten bromas con ella.
Tú te sientes triste o deprimido y crees que se debe a que tu cariño hacia esa persona, es mayor que el de los demás y que por eso eres la persona a la que más le duele su partida.
¿Pero será esto cierto?
Posiblemente hay otras personas que sienten el mismo cariño, pero que piensan de manera diferente a ti.
Tú estás pensando en la pérdida y en el dolor de que dicha pérdida provoca.
Las personas que están contentas, piensan en todas las oportunidades que la persona va a tener y en la felicidad que ella siente.
¿Eres egoísta o una mala persona por pensar como lo haces?
No, simplemente has aprendido a ver o a darle importancia, sólo a una parte de la realidad.
Te estás enfocando en lo negativo y no ves o le das poco valor a lo positivo.
Es el resultado de lo que te enseñaron y de las conclusiones que sacaste de lo que has vivido.
Todos tenemos momentos en los que sólo vemos lo negativo.
Pero si no eres depresivo y no te enfocas constantemente en tus pensamientos negativos, no hay problema.
Puedes tener algunos momentos de tristeza y muchos momentos en que disfrutes las cosas positivas de tu vida diaria y de las grandes alegrías que la vida nos da.
El problema es cuando los pensamientos negativos, se convierten en el centro de tu vida, prolongando indefinidamente la tristeza o convirtiéndola en depresión.
Cuando estamos deprimidos, nuestros pensamientos se caracterizan por los
siguientes elementos:
1. Interpretamos
negativamente todo lo que nos sucede, exagerándolo y negamos o descalificamos
lo positivo.
2. Desarrollamos una
opinión negativa y autocrítica sobre nosotros mismos.
Nos comparamos con los demás y siempre "salimos perdiendo" en cualquier aspecto y/o nos calificamos negativamente, regañándonos y culpándonos, por no ser como deberíamos de ser.
Nos comparamos con los demás y siempre "salimos perdiendo" en cualquier aspecto y/o nos calificamos negativamente, regañándonos y culpándonos, por no ser como deberíamos de ser.
3. Creemos que nuestro
futuro siempre va a ser difícil, doloroso o malo.
Que las cosas nunca van a mejorar.
No vemos alternativas o sólo vemos las negativas.
Que las cosas nunca van a mejorar.
No vemos alternativas o sólo vemos las negativas.
4. Pensamos que somos
incapaces de hacer nada al respecto y que nuestra vida y felicidad o dolor,
dependen de Dios, la suerte, el destino, nuestra pareja, amigos, etc.
Si son nuestros pensamientos los que alimentan la depresión, debemos
aprender a cambiarlos, para cambiar nuestra emoción.
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