1. Escribe todo lo que necesitas hacer, sin analizarlo.
Escríbelo.
No confíes en tu memoria.
Escríbelo.
No confíes en tu memoria.
2. Tacha aquellas que no dependen de ti o que no tienes la capacidad, habilidades o información necesaria para llevarlas a cabo.
Anótalas en otra hoja y más adelante busca las opciones adecuadas para lograrlo, como pedir ayuda, aprender, etc.
Anótalas en otra hoja y más adelante busca las opciones adecuadas para lograrlo, como pedir ayuda, aprender, etc.
3. Califica cada una de las tareas, que quedaron, colocando el número 1 si tienes que hacerlas hoy, el 2 si puedes hacerla mañana y el 3 si puedes hacerla durante la semana.
4. Haz una nueva lista con las tareas que tienes que hacer hoy.
5. A un lado de cada una de estas tareas, coloca la letra "U" si es urgente o la "I" si es importante.
Importante significa que se necesita hacer, pero urgente significa que se tiene que hacer.
Si no estás seguro de la diferencia, pregúntate: ¿Qué sucede si no lo hago hoy?
No elijas en función de lo fácil, sino de lo que te conviene.
Si tienes varias tareas que consideras son igual de urgentes o de importantes y te es difícil decidir, puedes utilizar cualquiera de las siguientes opciones que te pueden ayudar:
5. A un lado de cada una de estas tareas, coloca la letra "U" si es urgente o la "I" si es importante.
Importante significa que se necesita hacer, pero urgente significa que se tiene que hacer.
Si no estás seguro de la diferencia, pregúntate: ¿Qué sucede si no lo hago hoy?
No elijas en función de lo fácil, sino de lo que te conviene.
Si tienes varias tareas que consideras son igual de urgentes o de importantes y te es difícil decidir, puedes utilizar cualquiera de las siguientes opciones que te pueden ayudar:
El método de costo-beneficio.
Evalúa los resultados, lo positivo (que obtienes, si lo haces) y lo negativo (que pierdes o dejas de obtener, si no lo llevas a cabo) de cada situación y elige que te conviene más.
Puedes hacerlo, dividiendo la hoja en tres columnas.
En la primera anotas la tarea o actividad pendiente.
En la segunda, lo negativo, lo que implica para ti llevarlas a cabo (tiempo que le tienes que dedicar, actividades que vas a dejar de llevar a cabo, personas que se pueden molestar, etc.)
y en la tercera, los beneficios que vas a obtener.
No importa en que columna anotas más cosas, lo que importa es cuál pesa más en ti, cuál vale la pena, para ti.
Evalúa los resultados, lo positivo (que obtienes, si lo haces) y lo negativo (que pierdes o dejas de obtener, si no lo llevas a cabo) de cada situación y elige que te conviene más.
Puedes hacerlo, dividiendo la hoja en tres columnas.
En la primera anotas la tarea o actividad pendiente.
En la segunda, lo negativo, lo que implica para ti llevarlas a cabo (tiempo que le tienes que dedicar, actividades que vas a dejar de llevar a cabo, personas que se pueden molestar, etc.)
y en la tercera, los beneficios que vas a obtener.
No importa en que columna anotas más cosas, lo que importa es cuál pesa más en ti, cuál vale la pena, para ti.
Recuerda que cada día es diferente y lo que tu elección de hoy, puede ser distinta a la de mañana.
Actúa.
Realiza las tareas que elegiste como prioritarias.
Realiza las tareas que elegiste como prioritarias.
Recuerda que siempre hay interrupciones, imprevistos o que podemos calcular mal nuestro tiempo.
Déjate un tiempo disponible, para que no te presiones demasiado, delega o pide ayuda siempre que sea necesario.
Lo importante no es sólo que cumplas con todo.
Lo fundamental es que no te desgastes demasiado o que el hecho de cumplir con todo, no repercuta negativamente en tu vida.
Déjate un tiempo disponible, para que no te presiones demasiado, delega o pide ayuda siempre que sea necesario.
Lo importante no es sólo que cumplas con todo.
Lo fundamental es que no te desgastes demasiado o que el hecho de cumplir con todo, no repercuta negativamente en tu vida.
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