lunes, 6 de octubre de 2014

EJERCICIO para establecer y elegir prioridades.

 

1.     Escribe todo lo que necesitas hacer, sin analizarlo.
Escríbelo.
No confíes en tu memoria.
 
2.     Tacha aquellas que no dependen de ti o que no tienes la capacidad, habilidades o información necesaria para llevarlas a cabo.
Anótalas en otra hoja y más adelante busca las opciones adecuadas para lograrlo, como pedir ayuda, aprender, etc.
 

3.     Califica cada una de las tareas, que quedaron, colocando el número 1 si tienes que hacerlas hoy, el 2 si puedes hacerla mañana y el 3 si puedes hacerla durante la semana.
 

4.     Haz una nueva lista con las tareas que tienes que hacer hoy.


5.     A un lado de cada una de estas tareas, coloca la letra "U" si es urgente o la "I" si es importante.

Importante significa que se necesita hacer, pero urgente significa que se tiene que hacer.

Si no estás seguro de la diferencia, pregúntate: ¿Qué sucede si no lo hago hoy?
No elijas en función de lo fácil, sino de lo que te conviene.

Si tienes varias tareas que consideras son igual de urgentes o de importantes y te es difícil decidir, puedes utilizar cualquiera de las siguientes opciones que te pueden ayudar:

El método de costo-beneficio.

Evalúa los resultados, lo positivo (que obtienes, si lo haces) y lo negativo (que pierdes o dejas de obtener, si no lo llevas a cabo) de cada situación y elige que te conviene más.

Puedes hacerlo, dividiendo la hoja en tres columnas.

En la primera anotas la tarea o actividad pendiente.
En la segunda, lo negativo, lo que implica para ti llevarlas a cabo (tiempo que le tienes que dedicar, actividades que vas a dejar de llevar a cabo, personas que se pueden molestar, etc.)
y en la tercera, los beneficios que vas a obtener.

No importa en que columna anotas más cosas, lo que importa es cuál pesa más en ti, cuál vale la pena, para ti.

Recuerda que cada día es diferente y lo que tu elección de hoy, puede ser distinta a la de mañana.

Actúa.
Realiza las tareas que elegiste como prioritarias.

Recuerda que siempre hay interrupciones, imprevistos o que podemos calcular mal nuestro tiempo.

Déjate un tiempo disponible, para que no te presiones demasiado, delega o pide ayuda siempre que sea necesario.

Lo importante no es sólo que cumplas con todo.
Lo fundamental es que no te desgastes demasiado o que el hecho de cumplir con todo, no repercuta negativamente en tu vida.
 

 

 

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