sábado, 11 de octubre de 2014

TEST Para Detectar tus errores en la comunicación . EJERCICIO DE AYUDA.


 
 

Muchos de nuestros problemas son por falta de información.
No nos damos cuenta de lo que sucede o de por qué sucede.
No sabemos qué hacer o cómo hacerlo.


Aquí encontrarás algunas sugerencias para mejorar tú comunicación:

 

1.     ¿Reconoces cuando tienes algún problema?

No niegues la existencia de un problema ni te niegues a hablar de él.

Puedes ponerte de acuerdo con la otra persona para hablarlo en otro momento y lugar que sean más apropiados, pero establezcan el día y la hora.
Pero respeten la fecha, no lo dejen pasar.




 

2.     Cuándo discutes, ¿empiezas tus frases hablando de ti o de lo que el otro hace?

Habla en primera persona: Yo quiero…, yo siento…, a mí me molestó…No ataques al otro, ni hables por otros.
Cuando empezamos a hablar diciendo "tu"..., la otra persona se pone a la defensiva.
Ya no nos escucha, piensa cómo defenderse.




 

3.     Cuándo hablas, ¿eres congruente en tus palabras y gestos?

Trata de que tu lenguaje verbal (tus palabras) y tu lenguaje corporal (tono de voz y gestos) digan lo mismo. Si tu tono de voz es suave, pero tus gestos y movimientos son agresivos, estás mandando mensajes opuestos.
La otra persona no sabe a qué hacerle caso o qué quieres decirle.





4.     ¿Terminan con un tema, antes de pasar a otro?

Piensa en lo que quieres decir.
Habla sobre un solo tema.
Si la otra persona plantea otras situaciones, ponte de acuerdo con ella para hablar sobre eso cuando el tema que están tratando esté resuelto.



 

5.     ¿Discutes cuando estás muy enojado

No lo hagas.

Es mejor decir: "En estos momentos estoy muy enojado y prefiero hablar al rato, cuando esté más tranquilo" recuerda que la agresión genera agresión.

Aclara tus sentimientos.
Si estás molesto con la persona coméntaselo.

Si no es con ella, también coméntaselo: "Estoy muy molesto, de mal humor, triste, etc., pero no es contigo".

No culpes a la otra persona ni te desquites con ella por tus sentimientos.




 

6.     ¿Eres claro y breve al plantear lo que te molesta o lo que quieres?

No repitas una y otra vez lo mismo.
No hables de muchas cosas antes de llegar al punto principal.
No brinques de un tema a otro.



 

7.     Describe hechos concretos.

No hables de cosas generales que cada quién puede interpretar de manera diferente.
Si tienes dudas sobre lo que entendió o interpretó la otra persona, pregúntale.

 


 

8.     Cuando hablas ¿hacia donde diriges la mirada?

Ve a los ojos de la otra persona.



 

9.     ¿Qué haces cuando la otra persona te contesta algo que no tiene nada que ver con lo que le dijiste?

Si su respuesta no es la que esperabas, coméntaselo.
Aclara tus dudas.
Pregunta.

Quizá no está de acuerdo y se vale o tal vez no te escuchó o entendió bien.

 


 

10.  ¿Qué haces cuando no estás de acuerdo con lo que te están diciendo?

Permite que la otra persona acabe de hablar, antes de discutir.




 
11.  ¿Cómo reaccionas cuando estás hablando y la otra persona te interrumpe?

Si el otro no está de acuerdo y te interrumpe, pídele de manera cortés que te permita terminar y asegúrale que cuando termines, lo vas a escuchar.

Se flexible.

Acepta que los demás tienen derecho a pensar y sentir de manera diferente.
Incluso, que puedes estar equivocado.

Aprende a manejar las críticas.
Tanto las que recibes, como las que das.




 

12.  ¿Cómo reaccionas cuando la persona no es clara, porque brinca de un tema a otro o dice las cosas a medias?

Si el otro es quién está dándole vueltas sin llegar al punto, pídele que lo haga, pero hazlo de manera amable.




 

13.  ¿Respetas a las personas, sus características y sus errores?

No te burles del que está hablando o de su manera de hacerlo.
No lo insultes y no lo avergüences.
No te muestres indiferente, ni te cierres.

Aprende a tolerar la frustración que sientes ante la forma de comunicarse de otras personas.

Recuerda que la gente actúa como ella cree que es lo adecuado o de la única manera que sabe.

 


 

14.  ¿Respondes a lo que te preguntan?

Hazlo de manera clara y directa, sin sarcasmo, sermones, amenazas o críticas.
No contestes con otra pregunta.




 

15.  ¿Atacas a la persona cuando le reclamas algo?

Habla sobre sus conductas, no sobre su manera de ser.
No lo arrincones.




 

16.  ¿Permites que la gente te vea a los ojos?

No te tapes la cara con el periódico, la mano, etc., ni te voltees cuando hablas.

Si la otra persona lo hace, pídele amablemente que no lo haga.




 

17.  ¿Das por hecho que sabes a lo que se refiere la gente?

No interpretes lo que escuchas.
Pregunta si lo que tu entendiste es lo que quiso decir.

 


 

18.  ¿Qué haces cuando no escuchaste bien lo que te dijeron?

Siempre pregunta.

Si hay mucho ruido en el lugar en donde están, acérquense más, explícale que no lo escuchas bien, pregúntale si él te escucha o vayan a hablar a otro lugar.





19.  ¿Respetas la información que te dan?

No utilices nunca y por ningún motivo información confidencial en contra del otro.

 


 
20.  ¿Aceptas tus errores.



No puede haber una buena comunicación si no aceptamos nuestras equivocaciones.



 

21.  ¿Sabes escuchar?

Escucha con atención, sin interrumpir.



 

22.  ¿Qué mensaje envías cuando te están hablando?

Si tú eres el que escucha, haz algún gesto con la cabeza para que la otra persona se de cuenta de que le estás prestando atención.

 

EJERCICIO DE AYUDA

Analiza la lista anterior y observa tu manera de comunicarte.

¿Qué aspectos crees que podrías mejorar?
¿Qué errores crees que cometes?

No te enfoques en corregir a tu pareja o amigos. Si tú mejoras la comunicación se van a empezar a dar cambios en los demás.
Si te dedicas a corregir a los demás, sólo vas a provocar más conflictos.

Imprime la guía y decide qué aspectos podrías mejorar.

No escojas uno que te cuesta mucho trabajo.
Empieza por algo fácil y practica.

No pases a otro punto hasta que creas que el aspecto en el que trabajaste ya no te cuesta trabajo.
No importa cuánto tiempo te tardes.
Es mejor ir lento que no mejorar o nunca lograr el éxito.

Cuando falles, no te regañes, analiza el error, por qué sucedió y corrige.

Disfruta tu progreso, aunque sea pequeño y reconócete tu esfuerzo y tus logros.

Cuando hay un problema de comunicación, pensamos que es culpa del otro. Que es él, quién no sabe escuchar o expresarse.

Ambos somos responsables, pero si nos enfocamos en el otro, solo gastamos nuestro tiempo y energía.
El trabajo más efectivo y más satisfactorio es el que llevo a cabo en mi persona.

Siempre es importante que nos preguntemos:
¿Qué estoy haciendo yo, para que se de o se mantenga esta situación?
¿Qué puedo hacer para que sea diferente?

¿Por qué centrarme en mí?
Porque yo no puedo cambiar a los demás, pero si puedo cambiar las cosas que no me gustan de mí.

Siempre hay algo, a veces mucho, a veces poco, que nosotros podemos hacer para estar mejor.
¡Hagámoslo! Es por nosotros mismos.


No se trata de encontrar culpables.
La culpa nunca soluciona nada, solo paraliza.
Tampoco de ver quién es mejor, más inteligente o quién tiene la razón.


Recuerda que hay muchas razones por las que nos podemos comunicar de manera inadecuada:

·         No nos damos cuenta de nuestros errores.

·         Es lo que aprendimos.

·         Nos es difícil reconocer nuestras propias emociones.

·         Tratamos de evitar un conflicto.

·         Por "orgullo", mal entendido.

·         Por temor a mostrarnos vulnerables o débiles.

·         Etc.

 

Pero siempre podemos aprender algo nuevo, modificar nuestros hábitos o conductas y disfrutar de la vida y de nuestras relaciones.

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