El resentimiento es de las cargas más pesadas que una persona
puede llevar consigo. Físicamente nos enferma, mental y emocionalmente nos
deprime, y espiritualmente nos estanca. Es por esto que aprender a perdonar es
muy importante, y aunque pueda ser no muy fácil para algunos, es posible y
sanador.
Cuando hablamos de perdón, hablamos de dejar ir dolor. Debemos
perdonarnos a nosotros mismos y a los demás, al igual que pedir perdón a otros
por el daño que le podamos haber ocasionado.
El perdón hacia nosotros mismos es esencial. Nos permite
liberarnos de la culpa, las expectativas y la necesidad de ser perfectos. Nos
ayuda a querernos y ayudarnos más, y por lo tanto a abrir nuestros corazones a
los demás también.
Igualmente, el perdón hacia los demás nos libra de ataduras. Es
el resentimiento lo que nos mantiene apegados a aquellas situaciones o personas
que no queremos perdonar. Estar resentidos nos lleva también algunas veces a
cultivar pensamientos bajos de venganza, y a vivir en constante agonía y
desconfianza hacia el mundo, por miedo a que nos vuelvan a herir.
Recuerda que parte de ser espiritual, es reconocer nuestra
conexión con mundo entero y a los demás. Cuando herimos a alguien más, nos
herimos nosotros mismos, y por la ley del karma, todo es parte del mismo ciclo.
Beneficios de perdonar
-Avance espiritual
-Paz interior
-Niveles bajos de estrés
-Relaciones en armonía
-Reducción en irritabilidad y ansiedad
-Menos probabilidades de depresión
-Presión arterial balanceada
-Acumulación de darma
Cómo llegar al perdón
1. Aceptación. El primer paso es entender y
reconocer que estamos enojados o dolidos, y que hemos estado cultivando
resentimiento y rencor hacia otros. Al principio quizás no sea tan fácil, pues
muchas veces nuestro primer instinto es justificar y negar cómo nos sentimos en
realidad. Está bien. Pero para poder llegar a la liberación, debemos hacer el
esfuerzo de identificar qué sentimos y por qué.
2. Darle tiempo al tiempo. No se
presione o se apure. El perdón no es una carrera contra el tiempo. Es un
proceso de crecimiento que requiere paciencia, compasión y profundidad.
Especialmente si es algo que nos ha afectado grandemente, el perdón puede
demorar un poco. Pero es importante profundizar en él para evitar convencernos
a nosotros mismos que hemos perdonado, cuando en realidad llevamos todavía la
carga interna y expresamos en nuestras vidas el miedo y resentimiento.
3. Cambiar el villano por humano. Cuántas
veces no nos hemos equivocado? Podemos prometer y jurar que nosotros nunca
haríamos esto o aquello, pero la verdad es que como humanos siempre tenernos la
oportunidad de tropezar y caer. Y así mismo los demás. Conectarnos con la parte
humana de la persona que nos hirió es un gran paso hacia el perdón. Es más
fácil odiar al villano de la película. Sin embargo, es posible que al cometer
el error que nos hirió, la otra persona también sufrió o actuó debido a sus
heridas previas. En algunos casos como abuso sexual o asesinatos, este paso de
perdonar al agresor puede ser supremamente difícil de tomar. Tome su tiempo y
vaya paso a paso en el proceso de entender que todos somos humanos, y en
esencia, tomos somos uno. Pero sobre todo entienda que para poder sanar usted,
debe dejar ir aquello que lo lastima... y para ello, sólo el perdón verdadero
puede ayudarle.
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