martes, 10 de marzo de 2009

"¿Como Te Cuestionas?"



Quizás tú también eres un buscador que camina tras un sueño pero se encuentra desorientado en un momento de oscuridad existencial. ¿Estás atreviéndote a cuestionar tus creencias y a generar espacios para crear nuevas alternativas y posibilidades? ¿Te ves a menudo influenciado por los "deberías" que te llegan de tu contexto?, ¿Te sorprendes alguna vez tomando decisiones importantes en base a conclusiones poco fundamentadas? ¿Hasta qué punto te frena un cierto sentido de falsa autosuficiencia que te impide reconocer que no sabes y buscar la ayuda que te permita salir de tu temporal ignorancia?
En ocasiones no alcanzamos nuestros objetivos porque no nos enfocamos en ellos. Priorizamos otros asuntos y no encontramos el tiempo para planificar bien las metas. En otros casos, tenemos claros los objetivos y conseguimos dedicarles tiempo y energía, pero nos quedamos atrapados en las circunstancias y las carencias que nos separan de dichos logros. En los dos casos, la atención termina estando en otro lugar.
Para lograr ponerle intención profunda a nuestros actos y encaminarnos hacia nuestros objetivos, es importante entender que siempre podemos elegir donde colocar nuestra atención y promover en consecuencia, una toma de conciencia responsable. Es necesario además, partir de un estado de ser que implique abundancia y alta autoestima. Reconocer lo que tenemos y sobre todo, tener fe en el potencial para crear nuevas posibilidades.
¿Estás enfocado en tus cualidades, en tus virtudes, en tus dones, o estás enfocado en tus juicios, en tus carencias y en tus pensamientos negativos? Tienes libertad para elegir entre estas dos opciones y como consecuencia te moverás hacia tus metas o te bloquearás ante ellas. Todo ello sucederá dentro de tu diálogo interior, en esa conversación llena de preguntas y respuestas que bulle constante en tu cabeza. Las preguntas que te hagas determinarán tus pensamientos y ellos crearán una determinada predisposición emocional para la acción. Para cambiar ese diálogo necesitamos ubicarnos en el espacio interior del observador que somos y de nuestra manera de mirar los hechos. Si ensanchamos nuestros puntos de observación y cambiamos el enfoque de nuestras preguntas aparecerán posibilidades de acción que antes no veíamos.
El coaching es una disciplina en la que el coach, desde su propio espacio de observador, promueve una mayor claridad en su cliente al formularle preguntas que arrojan luz sobre los lugares adecuados. Una buena pregunta iluminará áreas antes desconocidas por el cliente y le animará a revisar su experiencia y sus recursos desde nuevas perspectivas. Una conversación provocadora de coaching incluye preguntas que sugieren, cuestionan, hacen distinciones, proponen nuevos conceptos, amplian los contextos de modo que el cliente encontrará en sí mismo respuestas que no creía saber porque el coach, con el enfoque de sus preguntas, le habrá sugerido mirar en lugares no habituales. El coach propone preguntas inspiradoras para que su cliente encuentre respuestas motivadoras.
Dice John Whitmore que "un objetivo es un sueño con piernas y el coaching ayuda a los clientes a expresar lo que quieren, a definir sus sueños, a ponerles patas y a correr con ellos".

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