viernes, 26 de septiembre de 2014

EJERCICIO PARA MANEJAR TU DIALOGO INTERNO


¿Cómo darte cuenta de tus pensamientos negativos, sobre todo cuando son tan rápidos y automáticos?

A través de tus emociones.

Nuestros sentimientos están provocados y/o mantenidos por nuestros pensamientos.
Cuando te sientas mal (angustiado, preocupado, enojado, etc.), pregúntate:

¿Si alguna persona se encontrara en esta situación y se sintiera…, qué podría estar pensando?
¿Qué pensaría de sí mismo?

Otra manera de darte cuenta de esos pensamientos, es utilizando lo que se conoce como el ejercicio de las frases incompletas:

Escribe en una hoja las siguientes frases:

Me siento (aquí pon lo que sientes), porque…
Me siento…, porque creo que…
Me siento…, porque pienso…
También creo que…
Me preocupa…
Las consecuencias de esta situación pueden ser…
Y yo…

Una vez escritas estas frases, termínalas rápidamente, sin pensar la respuesta.
Pon lo primero que te venga a la mente, sin analizarlo ni criticarlo.

Después analízalas y encontraras uno o varios pensamientos negativos que te están causando daño.
Cuestiónalos y cámbialos.

Procura borrar de tu mente y de tu vocabulario, las palabras siempre, nunca, todo y nada.
Cámbialas por casi siempre o muchas veces, casi nunca o pocas veces, casi todo o mucho y casi nada o poco.

Aparentemente es sólo un cambio de palabras, pero en realidad es mucho más.

Si dices siempre, no hay opción.
Implica todas, todas las veces, sin excepción.

Pero si dices casi siempre, quiere decir que en alguna ocasión fue diferente y si es así, con el tiempo van a ser dos, luego tres y así hasta que sean muchas.

Revisa tu historia personal, sobre todo tu infancia, para ver cómo y cuándo aprendiste a pensar así.
A criticarte, devaluarte, menospreciarte, etc.
Ningún bebé nace haciéndolo.

Si no te acuerdas, piensa en la forma de ser de las personas que fueron importantes en tu vida y de acuerdo a sus características, imagínate cómo fueron contigo.

O piensa que tendría que haber vivido un niño pequeño, para pensar y sentir como tú lo haces.
La manera de tratarnos es aprendida.
Así nos sentimos tratados.
Así nos tratamos después.

Recuerda que el cambio lleva tiempo y que no puedes trabajar, con éxito, en muchas cosas a la vez.
Ponte una
meta específica, sobre un solo aspecto y trabaja en ella hasta que la logres.
Entonces puedes pasar a otra.

Si crees que no tienes
fuerza de voluntad, revisa tus ideas al respecto, ya que todos la tenemos, pero no sabemos aplicarla.

Si piensas que no tienes la capacidad de lograrlo o que no te lo mereces, recuerda que son tus pensamientos negativos, aprendidos y equivocados, los que están hablando.

 

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